Al status quo de la burocracia, no es fácil derribarlo.

"El Presidente electo ha puesto énfasis en que gobernará con la generación Bicentenario. Unas mil 400 personas, entre funcionarios públicos y representantes presidenciales en empresas, conforman la base de esa generación... El consultor fue claro: un ensayo de mínimo 10 páginas sobre las relaciones entre democracia, familia, Estado y persona humana, en Chile, y con perspectiva histórica de pasado y de futuro; usted deberá mencionar el pensamiento de tres autores y describir su propia participación práctica en la teoría expuesta. A trabajar, durante máximo cinco horas. Si su redacción, su ortografía y su pensamiento superan la barrera, al oral. Ahí, usted le contará a la comisión sobre los últimos tres libros que ha leído y solucionará un caso de ética pública." (Profesor Gonzalo Rojas, Miércoles 20 de Enero de 2010. Mil 400: la generación Bicentenarios").

La proposición del profesor Rojas es buena, ¿comentarios?...

Seamos realistas es una proposición y no pasa de eso. La realidad es otra, la burocracia administrativa, los apitutados, parias y lacras de la corrupción que ha afectado nuestro sistema político, social y económico no desaparecerán con un Cambio presidencial. Simplemente estamos a las puertas de comenzar un Cambio.

¿Surtirá efecto? ¿Los afectados se irán sin reclamar? La tarea es titánica y no es una broma. El nuevo gobierno requiere ser respaldados por todos aquellos que primeramente colocan el interés de Chile.

Nuestros pobres, las aberrantes diferencias sociales y económicas que ha permitido hasta hoy la izquierda y sus asociados deben ser detenidas. No permitamos que le sigan echando la culpa al sistema.

El Cambio implica que todos hagamos un alto y revisemos nuestros planteamientos, y realmente prioricemos con aquello que urge...

Un cambio entre nepotismo por tecnocracia no implica que el "estatus quo" será derribado. La corrupción y sus consecuencias no se ven a simple vista, sólo cuando esto nos afecta directamente "pataleamos". Lo que tenemos por delante ciertamente requiere deponer egoísmos, especialmente aquellos que nos han mantenido divididos. Esta es una oportunidad que no se debe desaprovechar.